Los 4 objetivos de una buena estrategia

El gran problema de la estrategia no es su formulación, sino la acción.

Los 4 objetivos de una buena estrategia
Photo by Squadsight Inc. on Unsplash

Últimamente he participado en dos procesos de crecimiento en los que la empresa tenía formulada una estrategia, pero no conseguían implementarla. Se trata de empresas similares, del sector industrial, en crecimiento y con un equipo directivo comprometido con los valores de la empresa.

¿Qué ha fallado, entonces?

El otro día, Sam Altman, CEO de OpenAI (ChatGPT), envió una carta a sus empleados con la frase que resume su nueva propuesta de valor: “asegurarnos de que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad”. ¿Qué significa eso? ¿Cuál es el siguiente paso para la compañía? ¿Lanzar un navegador para competir con Firefox o Chrome? ¿Introducir publicidad en ChatGPT? ¿O impulsar las suscripciones de 20 dólares al mes? Son tres iniciativas que la empresa ha iniciado, pero ninguna parece arrancar de verdad.

Como en este caso, muchas empresas formulan propuestas grandilocuentes (a menudo con ayuda de consultores) que quedan muy bien en una pared o en una entrevista, pero no sirven para marcar prioridades en un mercado tan competitivo. ¿El resultado? Falta de acción, frustración y el mismo efecto que un aparcamiento colapsado: sabemos que todos los coches caben, pero nadie sabe por dónde empezar a aparcarlos. Y si añadimos los “coches” del día a día, la saturación es total.

Formular una estrategia es fácil. Y cada día lo será más gracias a la inteligencia articicial, que puede investigar, ordenar y dar estructura. El verdadero problema que encuentro en las empresas no es que no sepan formularla, sino que la han sobrecomplicado con presentaciones largas, mucho contenido y nada de tracción. I el mal uso de la IA no ha hecho más que multiplicar ese colapso.

Así que el reto es este: que la estrategia se convierta en acción, y que la acción se convierta en resultados. Así de simple.

Con estos dos clientes pusimos en marcha un proceso basado en cuatro objetivos clave:

  • prioridades claras;
  • responsables con poder real de decisión;
  • objetivos trimestrales;
  • seguimiento semanal del equipo directivo.

Esta es la receta para desbloquear lo que está atascado y “aparcar todos los coches” que hoy bloquean las calles.

Tu 1%

Como les dije a ambas empresas: “si no priorizamos y no asignamos responsabilidades ejecutivas, volveremos al mismo lugar: mucha teoría y poca acción. Y eso no es lo que queréis, ni lo que yo aportaré”.

© Oriol López 2025

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Oriol López Villena

Oriol López Villena asesora a los empresarios para desarrollar estrategias de crecimiento para sus negocios y convertirse en socios estratégicos de sus clientes, añadiendo, vendiendo y entregando más valor, de modo que se conviertan en clientes de por vida.

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