De la herencia a la reinvención
Repensando el concepto de empresa familiar en la era del emprendimiento.
Cuando decidí que no quería continuar con el negocio familiar, me sentí triste por decepcionar a mis padres. Al fin y al cabo, ellos habían construido aquel despacho durante más de cuarenta años y, llegados a su retiro, y conmigo dirigiéndolo, se encontraban con que quien debía continuarlo decidía no hacerlo, y seguía un camino nuevo.
¿Dejábamos de ser una empresa familiar?
Al fin y al cabo, sigo asesorando a pequeñas y medianas empresas como lo hacíamos en el despacho. En la web de nuestro despacho decía: "Ayudando a los empresarios a crear una estrategia eficaz y eficiente para hacer crecer su negocio y pagar los mínimos impuestos posibles."
¿No es eso lo que hago a día de hoy, excepto por la parte de los impuestos?
Con los años, y habiendo visto cientos de casos diferentes a mi alrededor, he concluido que quizás no era tan claro que dejara la empresa familiar, porque la sucesión no tiene por qué ser simple continuidad, sino adaptación al futuro.
Esta reflexión me ha llevado a considerar una perspectiva más amplia sobre el concepto de empresa familiar y su evolución en el tiempo, basada en cuatro principios:
- Cambiar nuestra visión, desde la empresa familiar a la familia empresaria.
- Mirar con perspectiva el fracaso de las empresas familiares. Cerrar y abrir empresas es simplemente parte del ciclo de vida de las familias empresarias, por lo que cerrar no necesariamente significa fracasar, sino cambiar.
- Entender el emprendimiento. Cuando se trata de la sucesión generacional, debemos centrarnos en cómo las familias emprendedoras pueden asegurarse que el espíritu emprendedor se mantenga vivo en cada generación, tanto entre los miembros de la familia como en los no familiares involucrados en sus empresas. Estas familias empresarias generan una riqueza significativa a través de sus proyectos, incluso cuando se venden y permiten financiar nuevos.
- Reconocer el impacto de las empresas familiares en la economía global. Las estimaciones de las contribuciones de las empresas familiares en el entorno económico de diferentes países probablemente están en el límite inferior, ya que la mayoría de estas estimaciones no tienen en cuenta el valor generado por las empresas familiares que han cerrado, se han vendido o han salido a bolsa a lo largo de los años.
En retrospectiva, me doy cuenta de que no abandoné la empresa familiar, sino que la transformé. El legado de mis padres continúa vivo en mi propia empresa, adaptada a los nuevos tiempos y necesidades.
Por tanto, la verdadera sucesión no es replicar el pasado, sino construir sobre sus cimientos para crear un futuro innovador y próspero.
© Oriol López 2024