Compartir es crecer
El miedo a compartir es un freno al futuro crecimiento de tu negocio.
El otro día fui a escalar a un rocódromo con mi hijo pequeño. Él ha empezado recientemente y quería compartir conmigo su afición, por lo que me animó a acompañarle y me dio instrucciones durante una hora y media sobre cómo hacerlo mejor. Recuerdo que algo que destacó de la escalada era que la gente se ayudaba. Y era cierto. Vi a otras personas animándole a él, y guiándome a mí.
Paralelamente, mi hijo mayor lleva un año jugando al golf. Nadie en casa juega, pero cuando quiso probarlo, y teniendo un club cerca, no dudamos en apuntarlo a clases y mostrar interés en ello. Ahora juega y disfruta tanto que, por mi cumpleaños, me regaló un vale para dos clases con él.
Por último, la semana pasada me propusieron escribir un nuevo libro sobre crecimiento empresarial a raíz de un boletín que envié hace unos meses, y que tuvo muy buena respuesta. Rápidamente, y antes de reunirme con la editorial, preparé una tabla de contenidos, con la premisa del libro y sus capítulos. No sólo eso, sino que compartí este contenido en los foros de una comunidad internacional de consultores a la que pertenezco desde hace años, para pedir su opinión y compartir la alegría de tener un nuevo proyecto como éste entre manos. Un cliente me dijo ayer si no me daba miedo de que alguien de la comunidad (que no conociera) utilizara mi contenido como propio. No se me había pasado por la cabeza, como nunca me ha preocupado compartir semanalmente mi conocimiento empresarial a través de El Proactivista que estás leyendo. Siempre he pensado que compartir era parte del juego y que, al menos, a quien copia siempre le hace falta alguien por delante creando.
Compartir es amar, que decimos en catalán. Y yo amo lo que hago.
Por eso, todavía me sorprende ver empresarios que hacen tantos esfuerzos para no compartir lo que hacen y cómo lo hacen, por miedo a que clientes y competidores lo utilicen en su contra. Desde el contable que esconde las herramientas que le permiten automatizar la contabilidad de sus clientes por miedo a que le pidan una reducción de los precios, hasta el industrial que no explica cómo consigue personas calificadas para su empresa por miedo a que la competencia haga el mismo. El contable pierde la oportunidad de añadir más valor al cliente mostrándole qué más podría hacer con este tipo de herramientas, y el industrial pierde la oportunidad de ampliar la oferta de personas cualificadas en su área gracias a un aumento de la demanda.
Otro ejemplo. Cuando creé los desayunos del Fórum Creix®, hace ya más de 11 años, tuve claro que tenían que ser una comunidad donde los empresarios se sintieran cómodos para compartir aciertos, pero también problemas. Uno de ellos, hace unos años, lo resumió diciendo que le iba bien ver que no era el único que afrontaba ciertos retos, ya fueran de cobro o sucesión familiar. Y por eso sigo haciéndolos, y por eso son privados. Compartir es un ejercicio de confianza, y yo me encargo de dirigir ese espacio de confianza donde todo el mundo pueda explicarse sin miedo, mientras les animo a que creen una comunidad en su entorno y compartan todo lo que añada valor.
Por ejemplo, pregúntate cuál fue la última vez que:
- invitaste a tus clientes a visitar vuestra nave y explicarles cómo trabajáis;
- fuiste a comer con otros empresarios de tu sector para compartir buenas prácticas; o
- enseñaste al equipo los números de la empresa.
Sí, todos ellos pueden utilizar lo que compartas en tu contra pero, ¿y todo lo que te pierdes por no compartirlo? Un cliente que aporta ideas a tu sistema productivo o a tu producto, un competidor que puede ayudarte en una punta de capacidad, o un trabajador que acepta un cambio de funciones en un momento crítico, por ejemplo.
Mi recomendación de hoy es simple: si quieres crecer, comparte lo que haces con clientes, proveedores, colaboradores y, porqué no, competidores.
© Oriol López 2024